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CRIS Y MERY

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«Burgos tenía motivos suficientes para pretender los centros de decisión de la nueva caja»

El reducido espacio de una introducción biográfica no es suficiente para contener los mil y un matices que acompañan a la figura de José María Arribas

José María Arribas, pensativo en la sala del Consejo de Administración de Caja de Burgos.

Jesús Javier Matías
Raúl Briongos

Su postura contraria al proyecto de fusión con Caja de España y Caja Duero le ha puesto en el disparadero y ha fundido su móvil en la última semana. Pese a las presiones recibidas, mantuvo el no al entender que el nuevo proyecto no estaba basado en los criterios de eficiencia en la gestión de los que presume Caja de Burgos sino en un reparto equitativo en función del tamaño. Confía en que esta decisión sea la acertada. «Solo el tiempo lo dirá», asegura.

Está acostumbrado a situaciones difíciles pero ¿ha sido esta una de las semanas más complicadas que ha vivido en lo profesional?
Sí. Ha sido una semana complicada y un fin de semana duro que ha dado como resultado una decisión seria.

¿Cuándo comprendió que el no era la única postura viable para la caja?
Cuando recibí la última propuesta, después de haber estado muchas horas reunidos en diferentes días de las dos semanas anteriores, y observé que no había ninguna atención a nuestros criterios. Reflexioné sobre la proyección de Caja de Burgos en ese proyecto de fusión y me di cuenta de que no podía defender la propuesta. Yo esperaba la decisión del Consejo de Administración que era el único que podía hacerlo, pero mi opinión personal la tomé el sábado por la tarde e, inmediatamente, me puse en contacto con el responsable de la Junta a este respecto, el vicepresidente, para manifestarle con toda claridad que no podía defender esa propuesta.

Por la forma en la que se lo comunican, parece que ese documento se había cocinado en exclusiva entre Caja España y Caja Duero.
No exactamente. Yo diría que la fuerza del tamaño de las dos cajas grandes imponía su criterio a las propuestas de Caja de Burgos. Frente a los criterios de profesionalidad y selección en la búsqueda de un modelo de gestión moderno para poner en marcha la nueva caja, que nosotros defendíamos, dominaba el criterio del reparto. Y por otro lado, no se tenían en cuenta los factores de singularidad que tenía Caja de Burgos, territorialmente hablando, por estar ubicada en una provincia en la que concentra el 40% de todo el sistema financiero de ese territorio, ni la existencia de otra caja confederada en esa misma provincia. Finalmente, la situación de productividad y de eficiencia que Caja de Burgos ha mantenido al haber hecho sus deberes de reestructuración a tiempo, tampoco se ha contemplado, cuando es una de las primeras cosas que la nueva caja debe acometer para mejorar su rentabilidad.

A la vista de los términos del documento, ¿tiene la sensación de que Caja España y Caja Duero no tenían ganas de tener como compañera de viaje a Caja de Burgos?
No quiero hacer juicios de valor, porque he respetado y voy a seguir respetando las actitudes de mis compañeros en la presidencia de las otras dos cajas. Es cierto, no obstante, que este proyecto de fusión empezó con ellas dos y la incorporación de Caja de Burgos en el mes de junio supuso un cierto contratiempo, como se puede ver de las declaraciones de los responsables de ambas entidades en aquellas fechas.

¿Es consciente también de que en determinados círculos se achaca el no a una supuesta negativa final a que usted fuera el presidente de la nueva macro caja?
Voy a contestar muy rápidamente a su pregunta. Nadie me ofreció esa posibilidad seriamente. Estoy seguro de que si hubiera sido así habría supuesto un motivo más para posicionarme en el no. A los cuarenta y tantos años decidí dejar la política para defender aquello que creía más conveniente para Burgos y para ser coherente con las promesas hechas en la campaña electoral. Como comprenderá, ahora a los 66 no tengo ningún impedimento para prescindir de cualquier oferta que pueda dañar el futuro de la Caja a la cual me debo, y de la sociedad burgalesa que es la propietaria de esa Caja.

¿Si el reparto de las sedes hubiera sido otro, la decisión de la Caja habría cambiado?
El reparto de sedes no es la clave fundamental. Es más la consecuencia del organigrama y del modelo de gestión. Si el organigrama se hace con unos criterios de reparto, la consecuencia natural es que las sedes tienen un destino prefijado. Lo que es claro es que Burgos tenía motivos suficientes para pretender los centros de decisión financiera y comercial de la nueva caja debido a la fuerza empresarial que tiene la provincia y por los criterios de singularidad que he mencionado anteriormente. Y también por la importancia que esta Caja tiene en el mundo empresarial no solo de esta provincia sino de toda la región.

¿La puerta está cerrada o ve factible que Caja de Burgos se sume más tarde a esa fusión si cambian las condiciones?
El Consejo de Administración ha tomado su decisión en función de una oferta, de un documento, y basándose en un informe del magnífico equipo de profesionales de la Caja encabezado por su director general. Y esa es la decisión que está clara.

¿Fue complicado decir a Herrera que la posición del presidente de Caja de Burgos era contraria al documento de fusión?
Para nada. Me resultó muy fácil, porque el presidente es de Burgos y las explicaciones que le di para manifestar mi posición eran perfectamente comprensibles para un burgalés.

¿Qué le contestó?
Me va a permitir que no entre en el detalle de una conversación privada, pero entendí que respetaba mi decisión, mi libertad personal y mi responsabilidad.

¿Ha sufrido algún tipo de presión política desde que comunica la decisión y hasta que el Consejo se pronuncia?
No quiero calificarlo como presión política, pero todo el mundo puede entender que durante esas horas recibí muchas llamadas para que cambiara mi posicionamiento.

En Valladolid se ha tachado la postura de la Caja de provinciana y egoísta.
La trayectoria de Caja de Burgos en estos últimos años es la de una caja abierta, profesional, competitiva, que ha tenido foros de participación nacional y que ha acudido a encuentros fuera de nuestra ciudad con responsabilidad y defiendo sus posiciones y sus criterios sin ningún complejo. Es más, Burgos es una provincia bastante abierta al mundo, especialmente a Europa, y esta Caja respira el ambiente de los burgaleses emprendedores y que salen al exterior, cuyo resultado es el tejido empresaria que posee.

¿Teme que las relaciones con la Junta sean más tensas a partir de ahora?
Entiendo que los primeros días puede haber una relación más distante, pero espero y deseo que el respeto a las decisiones de un consejo de administración y el respeto a la sociedad en la que está trabajando prevalezca a un primer enfado que todo el mundo puede tener en un primer momento.

Sabemos ya cuándo se le comunica la decisión a la Junta ¿y al Banco de España?
El Banco de España está en contacto directo con las personas que nos ayudan en la búsqueda de un documento para presentar a los consejos de administración. Esas personas conocen a lo largo de todas las reuniones los planteamientos de Caja de Burgos. Y en el mismo momento en el que el presidente de Caja de Burgos decide no defender ese documento se le comunica a ellos. Me consta que se le transmite la situación al Banco de España, a pesar de que el lunes 9 era fiesta en Madrid. El miércoles por la mañana, después de que el consejo se hubiera pronunciado, me puse en contacto con los máximos responsables del Banco de España.

¿Y qué le trasmitieron estos?
El Banco de España respeta la decisión del Consejo y se ofrece a compartir y conocer el proyecto que a partir de ese momento tiene la entidad financiera que no ha entrado en este proceso de fusión?

¿Cuál es el proyecto de Caja de Burgos? ¿Tiene un plan B?
La Caja tiene muy claro que tiene que trabajar como hace una semana o hace dos meses para ofrecer las mejores propuestas a la sociedad y para cumplir con sus objetivos y su plan estratégico aprobado a principios de año. La Caja no va a dar un cambio radical en 24 horas porque ha sido extremadamente escrupulosa con un acuerdo de confidencialidad y exclusividad que se había firmado con esas dos cajas.

Algunos medios regionales han aludido a las consecuencias con el Banco de España que traerá a Caja de Burgos su decisión.
A mi me parece una insensatez hablar de una institución financiera que se basa en la confianza y en la credibilidad intentando sacar partido. Quiero decir con absoluta claridad que no tenemos ni la más mínima insinuación en ese sentido. Al contrario. El Banco de España lo que desea con esta caja y con el resto es que vayan buscando proyectos viables. Nosotros estamos dispuestos a afianzar nuestro proyecto y a explorar nuevas posibilidades que mejoren nuestro modelo. Sabemos, y lo hemos dicho muchas veces desde hace años, que el tamaño es importante dentro del entorno que vamos a vivir en los próximos años después de la gran crisis financiera y económica que estamos pasando. Por eso no regateamos esfuerzos para que esta Caja se reafirme y tenga el tamaño que la haga más competitiva.

Entiendo por tanto que puede seguir sola, pero que no va a ser este el camino que va a seguir Caja de Burgos.
Sí, pero hay que dejar claro que no estamos abocados a tener que buscar compañeros inmediatamente. Estamos dispuestos a buscar la fórmula más idónea que, manteniendo la identidad de nuestra Caja o incorporándola a un proyecto ilusionante para Burgos, podamos afrontar.

Ya se ha planteado la posibilidad de intentar un acuerdo con Caja Ávila y Caja Segovia, con las que ya se había hablado antes. ¿Están negociando en serio o es un globo sonda?
No es el momento ni ha dado tiempo para ello. Una de las cuestiones claves en todos estos temas es llevar la máxima discreción para que los procesos se hagan correctamente. Pero el único contacto que mantuve con los presidentes de Ávila y Segovia se remonta a hace año y medio, antes de que se nos presentara la crisis financiera en toda su plenitud. Quiero señalar que esta Caja y su magnífico equipo directivo tiene una visión de futuro que ya tenía definida hace dos años. Lo que pasa es que hay quien no quiere ver las cosas hasta que no pasan determinados acontecimientos.

¿Qué le parece la fórmula que ha seguido Caja Navarra al plantear una fusión virtual con Caja Canarias?
No conozco exactamente el modelo. Entiendo que supone un fortalecimiento de las dos cajas y si el Banco de España ha entendido que es una fórmula que da viabilidad y que mejora el negocio de las dos entidades creo que es un paso interesante. Como no lo conozco en profundidad no puedo avanzar más en mis valoraciones.

Hace algún tiempo Caja Navarra ya planteó llegar a algún tipo de acuerdo estratégico con Caja de Burgos.
La relación con Caja Navarra ha sido muy fácil. Hemos estado juntos en operaciones y tenemos culturas similares. Permítame hacer un paréntesis y es que la cultura de las entidades tiene mucha importancia. Hay factores que no son medibles pero que determinan el modelo que sigue una caja y el que sigue otra, y esto es fundamental a la hora de unirse. Las decisiones del Consejo de Administración de esta Caja pueden sorprender a alguno que no conoce su modelo cultural y la apuesta por la profesionalidad y la independencia. El Consejo de Administración es muy respetuoso con la opinión de los que verdaderamente conocen su funcionamiento y los resultados han sido muy positivos. El Consejo pide la máxima información al director general y a su equipo, pero apoya la postura del equipo gestor, que es el que al final tiene que salir adelante.

Aunque eso suponga que determinados miembros del Consejo tengan que votar en contra de las directrices que les han dado sus partidos políticos.
Es que cuando están sentados en el Consejo de Administración son consejeros de Caja de Burgos y representan los intereses de la entidad, sin que deba prevalecer su procedencia o cómo han accedido a ese órgano. Yo no represento solo a los impositores que me han votado, sino también a los empleados, a los empresarios y, en definitiva, a la propiedad de la Caja que es la sociedad burgalesa. Y aquí se ha entendido siempre así.

Por clarificar un poco el panorama, ¿con qué cajas del resto de España comparte cultura Caja de Burgos?
Nosotros hemos tenido contactos desde el punto de vista financiero, en operaciones sindicadas con diferentes proyectos empresariales y hemos tenido una mejor comunicación con unas que con otras. Pero no me atrevería a señalar nombres que pudieran suponer elucubraciones que no vienen al caso.

¿Es partidario de abrir las fronteras regionales a la hora de buscar la mejor fórmula para que las cajas de ahorro aumenten de tamaño y mejoren sus ratios de eficiencia y productividad?
Soy partidario de apoyar la reestructuración financiera que las cajas de ahorro de España necesiten. Soy partidario de imprimir a esa reestructuración financiera criterios de amplia competitividad en un mundo global.

Es decir, que sí.
Es decir, que lo que he dicho.

Se plantea Caja de Burgos volver a lanzar el guante a Cajacírculo o esa vía ya está agotada.
Yo no quiero forzar las opiniones de mis amigos de Cajacírculo dado que en un momento determinado ha habido una contestación contundente por su parte, que respeto absolutamente aunque no coincida. Cada uno mira lo mejor para su caja y conoce mejor que nadie su caja.

¿Qué le han transmitido los ciudadanos desde el martes?
La sociedad burgalesa en términos muy generales está del lado de Caja de Burgos y ha recibido con satisfacción la decisión del Consejo. He recibido llamadas de muchos sectores, desde el empresarial a las personas que pasan por la calle, a comerciantes o amas de casa. Yo diría, sin tener interés en colgarme ninguna medalla, que la sociedad burgalesa desea que su Caja sea potente y fuerte pero siga siendo su Caja.

¿Le ha llamado el alcalde?
Hablé ayer con él con ocasión de una reunión del Consorcio del Ferrocarril.

¿Le sorprende que no haya querido valorar en público la decisión del Consejo?
Cada uno elige su posición con criterios subjetivos y yo lo respeto. Además el alcalde sabe que esta Caja ha estado siempre y seguirá estando con los proyectos del Ayuntamiento de Burgos. No he recibido de él ninguna crítica a la decisión del Consejo.

Por lo conocido hasta ahora al menos, parece que Caja de Burgos hubiera asumido la fusión con una posición de mayor fortaleza si se hubiera llevado a cabo el pasado diciembre en vez de ahora. Los datos consolidados son, al parecer, mejores que los de julio.
Depende de con qué factores estemos trabajando. Hemos trabajado en las bases con las cuales se hacen las proyecciones económicas de un determinado negocio o una determinada empresa. Y hemos mostrado nuestro acuerdo o nuestro desacuerdo con la toma en valor de unas bases o de otras. Esta afirmación que usted hace no es matemáticamente verdadera porque en los negocios hay factores numéricos y hay otros que le dan valor a un determinado proyecto. Estamos cumpliendo nuestros presupuestos al pie de la letra. Y eso supone que estaban bien hechos. A septiembre, nuestros resultados son similares a las cajas más grandes que estaban en este proyecto. Lo cual no es raro porque responde a la productividad y está claro quien puede presumir de ello.

Por último, ¿con qué perspectivas económicas trabaja la Caja? ¿Cuál creen que es el panorama que nos espera para los próximos años?
Las previsiones más optimistas determinan que en España 2010 va a ser un año difícil y es cuando hay que ir tomando las decisiones para poder enfrentarse a un 2011 en el que, con toda lógica, debe comenzar a despegar la economía pero en un marco mucho más competitivo.    

 

Hemos incluido este video porque hemos considerado que esta de total actualidad la fusión de las cajas en Burgos y esta muy relacionado con la formacion y la orientacion laboral

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